5.12.11

Obrando

- Es sencillo - empezó el obrero -. Primero picas la tierra y la pones en ese montón. Después se lleva hasta la cinta transportadora y ésta la sube hasta el depósito. De ahí se saca por la trampilla inferior y se mete en la hormigonera con agua. Cuando la mezcla es homogénea se rellenan los moldes y se meten en el horno. Cuando están cocidos se amontonan en esa pila y, con ellos, podemos seguir construyendo la pared.
- ¿Y por qué construís la pared? - preguntó el niño.
- Porque si no, al coger la tierra, se nos caería la montaña encima.
- ¿Y los ladrillos se utilizan para otras cosas?
- No, sólo para hacer la pared.
- Y si dejarias la pared y la montaña como está ¿se caerían?
- Mmmmm - reflexionó un momento -. Probablemente no.
- ¿Y por qué no paráis?
- Porque entonces no tendríamos trabajo.
El niño se le quedó mirando esperando alguna explicación más.
- Cuando seas mayor lo entenderás  - concluyó el obrero con una sonrisa y siguió a lo suyo.
El niño se quedó mirando el reloj. Ya era más mayor y seguía sin comprenderlo. Tendría que esperar un poco más. 

Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio)

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