Se despertó al anochecer en una calle desierta. Trató de mirar a su
alrededor, pero tenía la cabeza embotada. Poco a poco empezó a
distinguir descampados, calles vacías y farolas encendiéndose. De pie e
inmovilizada, la luz artificial era su única compañía.
- Pssh - oyó -. ¡Pssh! - volvió a oir -. Aquí - alguien le dijo desde se derecha -. ¿Estás despierta?
- Sí - contestó sin saber muy bien a qué.
- Entonces ya estamos todas - dijo otra voz.
- ¿Y ahora? - preguntó una tercera.
- Pues a esperar.
- ¿A qué?
- Pues a que pase algo.
- ¿Y si no pasa nada?
Hubo un silencio incómodo.
- Algo pasará - dijo una voz -. Siempre pasa algo.
Era cierto. Pasó el tiempo y con él llegó el
amanecer. Al salir el sol cayó dormida como todas las otras farolas.
Acababan de pasar su primera noche en aquella urbanización por construir
Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio)
Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio)
2 comentarios:
El dibujo es mucho mejor que la historia!
Tampoco te quites méritos Oyros.
La ilustración es preciosa.
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