15.11.11

Un lugar solitario

Se despertó al anochecer en una calle desierta. Trató de mirar a su alrededor, pero tenía la cabeza embotada. Poco a poco empezó a distinguir descampados, calles vacías y farolas encendiéndose. De pie e inmovilizada, la luz artificial era su única compañía.

- Pssh - oyó -. ¡Pssh! - volvió a oir -. Aquí - alguien le dijo desde se derecha -. ¿Estás despierta? 
- Sí - contestó sin saber muy bien a qué.
- Entonces ya estamos todas - dijo otra voz.
- ¿Y ahora? - preguntó una tercera.
- Pues a esperar.
- ¿A qué?
- Pues a que pase algo.
- ¿Y si no pasa nada?
Hubo un silencio incómodo.
- Algo pasará - dijo una voz -. Siempre pasa algo.

Era cierto. Pasó el tiempo y con él llegó el amanecer. Al salir el sol cayó dormida como todas las otras farolas. Acababan de pasar su primera noche en aquella urbanización por construir


Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio

2 comentarios:

Oyros dijo...

El dibujo es mucho mejor que la historia!

Micaela dijo...

Tampoco te quites méritos Oyros.
La ilustración es preciosa.