Aquella noche tuvo una pesadilla. En ella sufría un accidente tras
el cual su memoria fotográfica quedaba destrozada. A partir de ese día,
sólo era capaz de recordar lo ocurrido antes de aquel terrible momento.
Cuando despertó aquello le obsesionó, así que trató de sacarla de
su mente de la única manera que conocía: escribiéndola. Durante gran
parte del día apuntó ideas y reflexiones derivadas de aquella pesadilla
utilizando una vieja máqina de escribir, rellenando decenas de hojas en el proceso que dejó un lado de la mesa.
Cuando no pudo más, se fue a dormir.
De madrugada una mujer cogió el montón de papeles y
lo leyó atentamente. Cuando acabó lo metió en un archivador azul, puso
la fecha y abrió una habitación secreta en el estudio, llena de
estanterías repletas de archivadores azules. Le resultaba curioso leer
sobre la misma historia una y otra vez y que cada vez fuese ligeramente
diferente. Cerró la habitación secreta y se fue a dormir. Mañana sería
otro día y volvería a leer la misma historia otra vez, contada de una
forma distinta.
Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio)
Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio)
2 comentarios:
Qué hada más trabajadora!
Es incansable, para eso es hada.x
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