22.11.11

Sueños

Sueña con volar cada vez que cierra los ojos y cada vez que los abre descubre que nunca podrá tener alas. Se imagina surcando las olas de mares embravecidos y sumergiéndose en lo más profundo del océano, aunque sabe que ni tiene ni tendrá nunca escamas, aletas o branquias. Envidia a quienes atraviesan bosques, montañas y desiertos, con el sol, la lluvia y el viento a sus espaldas, pues sabe que ya no podrá imitarles.

Sin embargo no pierde la esperanza. Sigue soñando cada día desde su cama porque, a pesar de todo, sigue teniendo su cabeza intacta, repleta de historias, imaginación y un puntito de maravillosa locura. 

Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio

1 comentario:

Micaela dijo...

Volando voy... volando vengo.
Sueño, luego existo.