26.11.11

Ad infinitum

Al atardecer del tercer día el niño seguía riendo y nadie sabía por qué. Todavía.

Texto: Pepe Fuertes (@pepefuertes)
Ilustración: Teresa Cebrián (@cebrianstudio

3 comentarios:

Rubén dijo...

Jejeje... es un gag muy bueno, pero lo que me refería, perdonar por no aclararme antes, es que tanto la ilustración como la historia cuenten una historia independiente y con significados totalmente ajenos el uno del otro, pero unidas consigan ese efecto de sorpresa que habéis hecho en este fabuloso trabajo.
Perdonad que abuse del panel de comentarios, si puedo expresarlo con un ejemplo lo cuelgo en mi blog y os mando un enlace. Es genial estos sorbitos de historias tan bien ilustrados, no me pierdo ya ni uno.

Micaela dijo...

Desde que he mirado-leído el cuento estoy curioseando por todos los agujerillos con una lupa.

Oyros dijo...

Rubén, te haremos caso de alguna forma :)